Daniel 7:25

This page is also available in: English

Escrito por Ángel Manuel Rodríguez

¿Deben entenderse los períodos mencionados en Daniel 12:11, 12 (1290 días y 1335 días) de manera literal o figurada?

Los adventistas siguen el método historicista de interpretación profética, por el cual las profecías recibidas por Daniel van desde los días del profeta hasta el establecimiento del reino de Dios. Según este enfoque, en la interpretación de los períodos proféticos se utiliza el principio día por año (Eze. 4:6). El enfoque historicista sostiene que esos períodos eran años, y que hallaron su cumplimiento hacia el final de la Edad Media.

Algunos adventistas sostienen en la actualidad que el principio día por año no se aplica a estas dos profecías, y que estos períodos proféticos deberían ser entendidos como días literales de eventos que se cumplirían antes del regreso de Cristo. Se ven entonces forzados a especular qué eventos marcarán la finalización de esos períodos. Examinemos el contexto del pasaje para que nos oriente.

1. Contexto inmediato y el tiempo del fin. No todo lo descrito en Daniel 12:5-13 está relacionado con el tiempo del fin. Por ejemplo, el sellado del libro y el incremento del conocimiento se produce antes de ese tiempo (vers. 4, 9). Es también antes del tiempo del fin que el ser celestial jura “por el que vive por los siglos”, se produce la dispersión del poder del pueblo santo y todas estas cosas llegan a su fin (vers. 7, 8). La purificación del pueblo de Dios se produce a lo largo de la historia y no simplemente en el tiempo del fin (vers. 10).

Por lo tanto, es incorrecto decir que como el contexto inmediato menciona el tiempo del fin, los tiempos proféticos pertenecen a ese mismo período.

2. Períodos proféticos en Daniel: Aun si reconociéramos que los períodos proféticos se dan en un contexto en el que no hay visiones y que el lenguaje es mayormente literal, eso no significa que los días en sí sean literales. En Daniel, los períodos proféticos jamás son dados en forma visual. El profeta lo escucha o le son comunicados por un ser celestial. En Daniel 7:25, los tres tiempos y medio no son introducidos durante la visión sino durante la explicación 
que hace el ángel de ella. En Daniel 8:14, los 2300 días son dados en el contexto de una revelación en la que el lenguaje es mayormente literal. Finalmente, en Daniel 9 hallamos la profecía de las 70 semanas dadas a Daniel mediante una explicación oral. En todos esos casos, el lenguaje utilizado en la interpretación de la visión es básicamente literal, pero los períodos proféticos no lo son. Son introducidos después de la visión como información adicional, 
pero su contenido simbólico no se explica por completo. Esto es exactamente lo que encontramos en Daniel 12:11, 12. Durante la presentación oral, los períodos proféticos son dados sin una interpretación detallada. Daniel es incapaz de entenderlos, pero es llevado a creer que el pueblo de Dios los entenderá en el futuro.

3. Conexión entre los períodos de tiempo: Los 1290 días son una extensión de los 1260 días mencionados en Daniel 7:25 y 12:7 como “tiempo, tiempos y medio tiempo”. La diferencia con Daniel 12:11 es de 30 días, lo que indica que se ha agregado un mes adicional para extender el período (una práctica común en los calendarios lunares). Como el período de 1290 días está basado en los 1270, y como los intérpretes historicistas reconocen que este último representa años, tenemos que concluir que el principio día por año también se aplica a los 1290 días.

La referencia a los 1260 días de Daniel 7:25 enfatizó el tiempo durante el cual el pueblo de Dios sufriría persecuciones. Daniel 12:7 enfatiza el momento cuando las actividades de los enemigos de Dios llegarían a su fin. Los 1290 días de Daniel 12:11 enfatizan el momento cuando comienza el tiempo profético. A fin de sincronizar el comienzo de la profecía con un evento específico, se extiende el período un mes más: en lugar de 42 meses (1260 días) ahora tenemos 43 (1290 días). Esto permite que el ángel intérprete sea más preciso respecto del evento que inicia el período y de su extensión total. El tiempo profético de 1260 días se extiende entonces 45 días adicionales, lo que suma un total de 1335 años proféticos, basados en el principio día por año.

En conclusión, estos dos períodos son extensiones de un período profético bien establecido, por lo que deberían ser interpretados de manera simbólica, en forma consecuente con el resto de la profecía.